El presidente Donald Trump confirmó este sábado que Estados Unidos lanzó un ataque aéreo contra tres de las principales instalaciones nucleares de Irán: Fordow, Natanz e Isfahan. Según detalló en un mensaje publicado en Truth Social, la ofensiva fue “completada con gran éxito” y se utilizó una “carga completa de bombas” sobre el complejo de Fordow, considerado el búnker atómico más profundo y fortificado del régimen persa.
"Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní y regresan sanos y salvos a casa. Felicidades a nuestros grandes guerreros estadounidenses", escribió el mandatario. “No hay otro ejército en el mundo que hubiera podido hacer esto. ¡Ahora es el momento de la paz!”, añadió.
Aunque aún se desconoce el alcance exacto de los daños, medios iraníes reconocieron que “parte del sitio nuclear de Fordow fue atacado” tras la activación de defensas aéreas en la región de Qom. Las instalaciones afectadas son clave para el programa de enriquecimiento de uranio iraní, por lo que analistas estiman que, de haberse producido una destrucción significativa, el ataque podría haber retrasado por años la capacidad de Teherán para desarrollar armas nucleares.
En una posterior alocución desde la Casa Blanca, Trump aseguró que las instalaciones nucleares atacadas “han sido destruidas” y lanzó una advertencia directa a Teherán: “Si no hacen la paz, los próximos ataques serían mucho mayores y mucho más fáciles”. El presidente justificó la operación como una respuesta a amenazas persistentes del régimen iraní, al que acusó de promover ataques contra fuerzas estadounidenses e israelíes durante las últimas décadas.