En el Gigante de Arroyito, Rosario Central igualó 1-1 con Godoy Cruz por la primera fecha del Torneo Clausura de la Liga Profesional. El partido tuvo como gran protagonista a Ángel Di María, quien volvió a jugar en el fútbol argentino tras 18 años, generando una ovación histórica desde el calentamiento hasta su salida en camilla.
El “Fideo” anotó el primer gol del encuentro, de penal, en el minuto 78, en una acción que celebró con emoción contenida y que encendió a las tribunas. Sin embargo, en el tramo final del encuentro, una lesión lo obligó a abandonar el campo en camilla, tras un pisotón involuntario sufrido durante una jugada con Vicente Poggi.
El partido fue intenso y lleno de oportunidades para ambos equipos. Di María mostró destellos de su calidad, generando peligro y asistencias, y provocando una atmósfera de fiesta y nostalgia para los hinchas canallas. Por su parte, el arquero de Godoy Cruz, Franco Petroli, fue clave para contener varios ataques, incluso atajando un penal en el primer tiempo.
A pesar del gol de Di María, Godoy Cruz no bajó los brazos y, en el minuto 95, Vicente Poggi logró el empate definitivo con un remate cruzado que dejó sin reacción a los locales.
Tras el partido, Di María reconoció la dificultad del encuentro y lamentó no haber podido brindar la victoria a su gente, aunque valoró el empate y se mostró optimista de cara a lo que viene: “Queríamos arrancar dándole una alegría a la gente, arrancar bien el semestre, y no pudimos, pero no perdimos, sumamos, y hay que seguir pensando en lo que viene”.
El regreso de Di María fue un momento cargado de emociones. Antes de comenzar el partido, fue ovacionado mientras se secaba las lágrimas y agradecía el cariño de los fanáticos. Su presentación estuvo acompañada por su familia y figuras destacadas del fútbol, consolidando así una tarde histórica en el club que considera su hogar.